El aceite Señorío de Cortes procede exclusivamente de un olivar propio que está situado en un entorno privilegiado. La finca se enclava en el paraje natural Loma de Mazimuza, en la localidad de Cortes de Baza (Granada), a 850 m. de altitud y entre la Sierra de Cazorla-Segura-Las Villas, y las sierras de Baza y Castril.
Existen estudios cuyos resultados muestran como el entorno agroclimático, en el cual se emplaza el olivar, afecta de forma significativa a las características físico-químicas del aceite de oliva, siendo los lugares menos lluviosos los que confieren al aceite mejores propiedades y mayor estabilidad frente a la oxidación.
Una vez está comprobado que en la calidad del aceite influye de manera determinante las condiciones bioclimáticas en el que se desarrolla el olivar, podemos afirmar que el aceite Señorío de Cortes tiene una personalidad propia del terreno, la variedad picual (ideal para el clima de la zona), su baja pluviometría, el agua de regadío proveniente de la Sierra de Castril, lo que unido al hecho de que se trata de un olivar independiente y por tanto preservado de contaminación de plagas, le confiere un carácter único y los condicionantes oportunos para conseguir un aceite de una calidad excepcional.
Sin duda es la variedad más significativa del olivar andaluz, relacionada estrechamente con la provincia de Granada, donde se encuentra la finca Señorío de Cortes. En España su cultivo ocupa más de 750.000 ha, de las cuales la gran mayoría se encuentran en Andalucía, principalmente en las provincias de Jaén, Granada y Córdoba. Se puede decir que uno de cada dos olivos cultivados en Andalucía es de la variedad picual.
El árbol es muy vigoroso de porte y de fácil cultivo; se considera una variedad muy rústica por su adaptación a diversas condiciones de clima y suelo. Tolera bien la falta de agua, pero en prolongadas sequías tiende a la parada vegetativa. Una de sus características principales es que es considerada una variedad auto-fértil.
El olivar de Señorío de Cortes es de regadío en su totalidad, siendo regado por las ricas aguas provenientes de la Sierra de Castril.
Su floración se realiza en Mayo, y su maduración se ve terminada entre Noviembre y Diciembre, dependiendo de las condiciones climáticas del año.
La aceituna es de tamaño medio, de unos 2.8-3.2 grs de media, y recibe su denominación por su ápice apuntado. Su relación pulpa/hueso es de 5,6 (mayor que la arbequina, pero menor que la manzanilla o la hojiblanca). Su rendimiento graso, que puede llegar hasta el 27%, junto con el contenido en ácido oleico, que supera el 75%, son sin duda sus mayores virtudes, además de su gran estabilidad, ya que se sitúa en torno a las 120 horas a 98,8ᵒC, muy alta si la comparamos con otras variedades muy extendidas como la arbequina (40 h.) ó la hojiblanca (53,2 h.). Es por ello por lo que, junto al cuidadoso método de recolección, molturación y conservación, el aceite de Señorío de Cortes tiene una extraordinaria durabilidad sin perder sus cualidades.
Existe un gran interés por la variedad picual a causa de la calidad que se le atribuye a su aceite. Este presenta una gran personalidad, con frutado de aceituna verde y un ligero picor y un suave sabor amargo que viene dado por unos componentes denominados polifenoles, que son también responsables de su alta estabilidad frente a la oxidación, ya que le confieren el alto poder antioxidante, algo que lo hace único en su uso culinario y otras aplicaciones como la cosmética o dermatológica.
Para obtener un aceite de calidad hay que tener en consideración distintos procesos que comienzan desde el cuidado del propio olivo, antes incluso de la floración del mismo.
La privilegiada situación del olivar y su independencia respecto de otras plantaciones similares en la zona, le protegen de posibles enfermedades y por tanto de tratamientos químicos que puedan afectar a la salud del olivo y por ende a la calidad del aceite.
El olivar es en su totalidad de regadío y es precisamente a través del riego por goteo por donde se proporcionan las cantidades adecuadas de abono y otros nutrientes que ayudan al olivo, tanto en su fase de desarrollo como en su madurez, a mantenerse sano y fuerte para desarrollar su fruto en las mejores condiciones.
Tanto en este aspecto como en otros, como la pertinente poda, el personal especializado que trabaja en la finca demuestra su buen hacer mimando todos los cuidados que inciden en la salud del olivo.
En nuestro compromiso con el medio ambiente y con las propiedades de nuestro aceite, utilizamos productos libres de agentes químicos que puedan incidir en la calidad del mismo. El resultado de este cuidado se puede constatar en una analítica libre de residuos que muestra la pureza del aceite virgen extra Señorío de Cortes.